Tarta de piña y coco

Buenos días! Ya estamos llegando al final del verano y pronto la gran mayoría empezáis con la rutina del trabajo, el cole, las actividades extra escolares... pero antes de que todo eso pase vamos a endulzarnos un poco lo que nos queda de verano con una tarta súper fresquita que además, está de muerte lenta.

La receta la vi aquí y la repetiré mas de una vez. Si os gustan tanto la piña como el coco no dejéis pasar la oportunidad de probarla porque os va a enamorar. ¿Nos ponemos manos a la obra? Para un molde de 24 cm necesitamos:

Para la base:

• 200 g galletas maría
• 60 g coco rallado
• 120 g mantequilla

Para el relleno (de coco):

• 500 ml nata para montar (que debemos tener bien fría)
• 400 ml leche de coco
• 200 g queso tipo philadelphia
• 200 g azúcar
• 10 hojas gelatina neutra
• 1 c/s esencia de coco (yo no le puse porque no encontré donde vivo, así que me toca repetirla jijiji)

Para la cobertura de piña:

• 1 lata grande de piña en su jugo (820 g)
• 5 hojas gelatina neutra
• 2 c/s azúcar
• 1 c/s mantequilla
• Colorante amarillo (opcional, yo al final preferí no usarlo)

Comenzamos con la base. Trituramos las galletas, las mezclamos con el coco rallado y la mantequilla derretida. Repartimos la mezcla en un molde desmontable forrado con papel de acetato y reservamos el la nevera.

A continuación continuamos con el relleno. Ponemos a hidratar en abundante agua fría las hojas de gelatina. En un cazo ponemos la leche de coco hasta que rompa a hervir. Apagamos el fuego, mezclamos con la gelatina hidratada y reservamos mientras montamos la nata con el queso y el azúcar. Mezclamos con la leche de coco poco a poco y vertemos al molde con la base de galleta con cuidado (queda una mezcla bastante liquida). Guardamos en la nevera mínimo 5 horas para que solidifique.

Cuando pase el tiempo de reposo comenzamos con la cobertura de la tarta. Ponemos a hidratar la gelatina en agua fría. Mientras tanto trituramos la piña con su jugo y lo colamos. Ponemos en un cazo al fuego con el azúcar y la mantequilla y calentamos la mezcla hasta que la mantequilla y el azúcar se disuelvan. Apagamos el fuego, agregamos la gelatina escurrida y dejamos templar un poco antes de verter por encima de la tarta.

Dejamos en la nevera otras 5 horas antes de servirla.