Sopa de chocolate blanco y helado de moras

¡Buenos días! Se nos va octubre, y para despedirlo, os traigo un postre fácil y que está buenísimo. La idea se la cogí a Obdulia, del blog Duly's Kitchen, cuando todos los asaltadores fuimos a saco a robar a su cocina. Después de unas cuantas idas y venidas por su cocina, me decanté por su chocolate blanco caliente, aunque como veréis, lo he tuneado un poquito.

Mi marido me hizo la ola cuando se lo puse un día de postre, aunque no se si cuenta su opinión porque es sumamente goloso y siente adoración al chocolate. En cualquier caso, os animo a que probéis esta delicia porque, para que nos vamos a engañar, el chocolate está bueno jajaja.

Para 4 personas necesitamos:

• 500 ml nata para montar
• 250 ml leche
• 250 g chocolate blanco
• 125 g moras
• 2 c/s azúcar

Lo primero que vamos a preparar es el helado. Para ello, batimos 250 ml de nata muy fría con las moras y el azúcar hasta obtener una crema espesita. Lo metemos en un táper y lo dejamos en el congelador mínimo 6 horas. Cada hora lo sacáis y removéis con una cuchara para que no cristalice.

Por otro lado, en un cazo ponemos el resto de la nata, la leche y el chocolate blanco troceado. Lo calentamos todo hasta que el chocolate se haya derretido y dejamos templar.

Para montar el plato, vertemos la sopa de chocolate templada en un plato y servimos con una quenelle o bola de helado de moras encima. ¡Os aseguro que está de muerte lenta!