Pastel de queso Japonés

¡Buenos días! Llevo mucho tiempo queriendo preparar este pastel por todo lo que se dice sobre él en la red. Hace unos meses intenté prepararla pero fue un desastre por el molde que utilicé. Y como no me gusta comprar cacharritos nuevos para la cocina pues me agencié con uno que fuera apropiado para este tipo de preparaciones jejeje. La receta se la he robado a Montse, del blog No sin mi taper,  aprovechando que este mes teníamos carta blanca para corretear por su cocina porque fue la elegida en el sorteo del asaltablog.

Decir que la tarta me ha encantado, su esponjosidad, su humedad, su sutil dulzura... La han convertido es un pastel que se queda ya en mi recetario para siempre. ¿Queréis aprender a prepararlo? Pues aquí os dejo con la receta. Necesitaremos:

• 6 huevos
• 350 g queso crema tipo philadelphia a temperatura ambiente
• 55 g mantequilla a temperatura ambiente
• 100 ml leche entera
• 60 g harina
• 20 g maizena
• 1/2 cucharadita cremor tártaro
• 1 cucharadita esencia de vainilla
• 150 g azúcar

Separamos las yemas de las claras y reservamos éstas últimas. Batimos el queso y la mantequilla. Cuando tengamos una crema homogenea, agregamos las yemas una a una y la esencia de vainilla. Tamizamos la harina y la maicena y la incorporamos a la mezcla anterior en 2 tandas intercalándola con la leche y reservamos.

Montamos las claras. Cuando empiecen a espumar añadimos la mitad del azúcar. Cuando estén casi montadas terminamos de añadir el azúcar mezclada con el cremor tártaro. Esto le dará consistencia a las claras para que queden muy firmes.

Mezclamos la mezcla de queso con las claras montadas en 2 o 3 veces para que no se bajen mucho las claras. Una vez listo, vertemos a un molde untado con mantequilla y espolvoreado con harina para que no se pegue a las paredes. Lo horneamos a 160º al baño maría durante 1 hora y 15 minutos aproximadamente (pasado ese tiempo, clavamos un palillo y si sale limpio estará listo). Apagamos el horno y dejamos dentro la tarta hasta que se enfríe por completo.

Una vez fría, tan solo queda desmoldarla y servirla con un poquito de azúcar glas por encima para decorar.